La acuicultura se abre paso en el mercado laboral de Uganda, razón por la que la Fundación apuesta por este nuevo proyecto de desarrollo económico.
Teniendo en cuenta que la población ugandesa es esencialmente joven, y que ese índice demográfico incide en el mercado laboral elevando la tasa de paro entre los jóvenes de 18 a 30 años, abrir las posibilidades laborales a nuevos mercados está resultando beneficioso para los jóvenes en paro.
Aunque la agricultura es el principal sector económico del país, empleando a más de 80% de la mano de obra, en los últimos 10 años el país trabaja en la diversificación de fuentes de ingresos y crear otros nuevos a través de la acuicultura.
Hasta la fecha existen dos escuelas de formación acuícola acreditadas por el Ministerio de Educación y Deportes. Los certificados otorgados a los estudiantes, al completar los seis meses de capacitación, favorecen el desarrollo del sector.
La capacitación junto a la calidad de la alimentación de los peces, son requisitos indispensables para el éxito del proyecto. Por esta razón, hemos construido 5 piscinas de 20×20 , 10×10, 35×10 m con capacidad para 6.350 peces cada una.
En unos meses las tilapias y los bagres estarán maduros para su venta y, teniendo en cuenta que el PVP en mercado libre y la producción estimada, el proyecto establecerá una nueva fuente de ingresos para los jóvenes de la zona de Gulu.