La alimentación es una necesidad fundamental para la vida, al igual que respirar o beber agua. Además de ser un derecho humano, una dieta equilibrada es esencial para mantener una buena salud y asegurar un correcto desarrollo físico y mental. Este aspecto resulta especialmente crítico durante la infancia, ya que una nutrición deficiente en esta etapa puede provocar problemas de salud que perduren toda la vida.

Conscientes de esta realidad, desde nuestra Fundación trabajamos incansablemente en el desarrollo de proyectos que aseguren un sustento diario para quienes más lo necesitan. Un ejemplo de esto son nuestras 15 guarderías en Kenia, donde atendemos diariamente a cerca de 100 niños en cada una, brindándoles acceso a una alimentación adecuada. Además, contamos con escuelas agrícolas en Turkana, Kenia, que no solo enseñan técnicas sostenibles, sino que también proveen alimentos para un orfanato que alberga a 30 menores.

En España, también nos comprometemos a combatir la inseguridad alimentaria. Nuestro programa de distribución de alimentos frescos en Mallorca beneficia anualmente a unas 7.500 personas, ayudando a aliviar la carga de muchas familias que enfrentan dificultades económicas.

En este Día Mundial de la Alimentación, reafirmamos nuestro compromiso con la lucha contra el hambre y la malnutrición, trabajando por un mundo donde cada persona tenga acceso a los alimentos necesarios para vivir con dignidad y salud.